lunes, 10 de enero de 2011

Todo, tan cambiante como en Romeo y Julieta...Cuando Julieta lo encuentra "muerto" y se mata, por él..En ese mismo momento Romeo despierta y la ve, a ella, a su amor, muerta, y se mata, por ella. Que irónico, no? Pensar que uno se mata por el otro, y el otro por el uno.
Y terminan, los dos, muertos...En una historia de amor, que finalmente, su final es su principio y su principio su final... Dos amores, dos enamorados, dos atados por las cadenas del amor...Dando un paso falso, un golpe fallido. Qué mal, y qué bien.
Cuánta contradicción en esto, en la vida, en el amor mismo que le da vida a la vida. Y vida a cualquier cosa que se le cruze. El amor, el que nunca nos deja, el que siempre da luz y brillo a todo. No sé cómo alguien puede maldecirlo. Pero con él, como con todo, viene el sufrimiento y la angustia. Y las muertes, por amor, por felicidad, por que buscamos siempre lo que no tenemos. Porque no sabemos contemplar lo maravilloso que nos da la vida, y nos matamos buscando algo que nunca vamos a encontrar. Dejemos de buscar algo que no existe, que no es para nosotros y conformemosnos con lo que hay, con lo que tenemos, con lo único que vamos a tener.

No hay comentarios:

Publicar un comentario