viernes, 15 de abril de 2011

Es increíble como podés hacerme mierda en un día. Yo puedo ser una estúpida, una chica fácil y una que se engancha con cualquiera pero me gustás mucho, pete. Me chupa un huevo si esto es pene o si vas a leerlo, estoy cansada de tener que guardarmelo. Y no me importa tampoco conocerte hace un mes ni me da verguenza tener tantas ganas de estar con vos siempre. Creo que sos el chico má lindo y perfecto del mundo, que sos precioso y cada vez que te veo se me paran los pelos. Perfecto para cualquiera menos para mí. Me hacés cambiar de ánimo todo el tiempo, pero sobre todo me hacés derramar lágrimas que no merecés. Claro, es mi culpa, lo tengo clarísimo. Me da tanta impotencia tenerte ahí todos los días y no poder hacer nada... Es una mierda que las cosas sean así, porque la paso mal y no quiero pasarla así de mal toda la vida, porque sufro y, repito, me chupa un huevo lo que piensen de lo que digo, es lo que a mí me pasa y no lo controlo pero decido escribirlo. Escribirlo porque es la única forma de expresarme totalmente, y es la única manera de sentir que alguien me escucha, me entiende y que a alguien en este puto mundo le importa. Sé que sabés que hablo de vos, porque es más obvio y lógico que cualquier cosa, y seguramente te llegaron rumores y rumores de todo esto que ahora digo, pero nada como escucharlo viniendo de mí. Me tenés loca, de pies a cabeza, cada día de la semana, y eso es una reberenda mierda.
Pffff, como si lo nuestro fuese amor...

No hay comentarios:

Publicar un comentario